Enfriamiento Radiante: el Confort del Frío
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Enfriamiento Radiante: el Confort del Frío
Enfriar espacios mediante sistemas hidrónicos se presenta como
una oportunidad para espacios residenciales y comerciales pequeños con
interesantes ahorros energéticos y generación de condiciones óptimas
para los usuarios.
Tradicionalmente, los sistemas radiantes han sido utilizados para
calefacción al circular un fluido caliente a través de tubería de PEX
(polietileno entrecruzado) o cobre puesta dentro del piso, en paredes o
techos. Esta energía viaja a través de la superficie sin calentar el
espacio en sí mismo, sino que nivela la temperatura de objetos u otros
elementos que están más fríos al entrar en contacto suyo.
El enfriamiento radiante tiene el mismo principio, excepto que se usa
un fluido frío mediante circuitos de tubería o tapetes de tubería
capilar colocados normalmente en paredes y techos. Estos elementos
absorben entonces la energía radiante de las personas y sus alrededores
disminuyendo con esto la temperatura del espacio de manera uniforme.
Diferencia entre sistemas hidrónicos y de aire
La mayor diferencia entre un techo de enfriamiento radiante y un
sistema de enfriamiento por aire es la energía utilizada para
transportar el frio. El enfriamiento por aire usa sólo convección,
mientras que los techos radiantes usan una combinación entre radiación y
convección. Esta cantidad de transferencia de temperatura radiada
puede ser de 55% y la convección usa el porcentaje restante. Con techos
radiantes, la transferencia térmica ocurre a través de una red emisora
de ondas provenientes de los usuarios que desprenden calor y sus
alrededores hacia un techo frío. Por otra parte la convección
primeramente enfría la habitación por el contacto con el techo frío,
creando corrientes convectivas en el espacio que transfieren el calor de
su fuente hacia el techo donde es absorbido.
Tradicionalmente, los sistemas HVAC están diseñados para trabajar
todo el tiempo con aire. A su vez los sistemas hidrónicos tienen una
parte de aire y otra de agua que separa las tareas de ventilación y
acondicionamiento térmico en espacios al utilizar la distribución
primaria aérea para cumplir con los requerimientos de ventilación, y el
sistema secundario de distribución hidráulica para acondicionar la
temperatura del espacio. Estos sistemas reducen la cantidad de aire
transportado en construcciones significativamente porque la ventilación
es provista por sistemas de aire exterior sin afectar la fracción de
aire recirculante.
La radiación provee la mayor parte del enfriamiento, usando al agua
como medio de transporte. Gracias a las propiedades físicas del agua,
los sistemas de enfriamiento radiantes hidrónicos pueden remover una
determinada cantidad de energía térmica usando menos de 5% de energía en
ventiladores que de otra manera podría ser necesaria. La separación de
las tareas de ventilación y enfriamiento no sólo mejora las
condiciones de confort, sino que además mejora la calidad de aire
interior, así como el control y zonificación del sistema. Los sistemas
hidrónicos combinan mecanismos para controlar la temperatura de las
superficies de espacios con sistemas centrales de manejo de aire.
De esta manera la mayor parte del enfriamiento es provisto por
radiación, usando al agua como medio de transporte, que gracias a sus
propiedades físicas permite remover buenas cantidades de calor usando
menos de 5% de la cantidad de energía que sería necesaria para accionar
ventiladores en una aplicación similar. La separación entre
enfriamiento y ventilación no sólo mejora las condiciones de confort,
sino que también incrementa la calidad del aire interior además de
permitir el control y zonificación del sistema.
El enfriamiento de construcciones no residenciales en EE.UU.
contribuye significativamente al consumo de energía eléctrica y demanda
pico de energía. Parte de la energía eléctrica usada para enfriar
construcciones es usada por ventiladores que transportan aire frío a
través de ductos. El componente energético típico se divide de la
siguiente manera: 31% iluminación, 13% personas, 14% transporte de aire,
y 6% por equipo (en la gráfica esto se considera como 62.5% con la
etiqueta enfriamiento(aproximadamente 37% del consumo energético es
utilizado en el transporte de aire y el remanente en la operación del
compresor.
Dado que grandes superficies están disponibles para intercambio de
calor en sistemas de enfriamiento hidrónico (normalmente todo el piso o
techo), la temperatura de enfriamiento está apenas por debajo a la de
la temperatura de la habitación, y por el hecho de que el refrigerante
puede mantenerse a altos niveles de temperatura, el uso de bombas de
calor con alto coeficiente de desempeño, torres de enfriamiento,
enfriamiento nocturno, o alguna combinación de estas puede reducir el
gasto energético. Al mismo tiempo los sistemas de enfriamiento reducen
problemas por fugas en ductos ya que usan mucho menos aire de
ventilación y debido a que el aire se acondiciona sólo para llegar a la
temperatura ambiente y no precisamente para enfriarlo.
Otro
beneficio es que la ventilación a través de sistemas DOAS y su trabajo
de ductos necesita sólo 20% del espacio que requieren otros sistemas
HaVAC, con lo que también se reducen costos. Estos sistemas pueden
utilizarse exitosamente en espacios como: hospitales, oficinas,
bibliotecas, museos y asilos, entre otros. Además los sistemas
hidrónicos, en algunos casos (de acuerdo a las características de la
tubería), pueden utilizarse para calefactar o enfriar los mismos
espacios.
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Simulaciones en software especializado
muestran que en climas templados / cálidos sólo entre 10 y 20% del
aire de reposición es exterior. Esta fracción del aire de reposición
es necesaria para ventilar los edificios suficientemente, permitiendo
mantener alto nivel de calidad de aire en interiores. |
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Sistema exterior para manejo de aire (DOAS) |
Un nuevo sistema HVAC llamado DOAS
(Sistema Exterior para Manejo de Aire – Dedicated Outside Air System)
usa 100% de aire exterior en cada espacio acondicionado por medio de
una unidad de aire de volumen constante con toda la recuperación
energética. Además de ventilar cada espacio, el DOAS mejora el control
de humedad y por consiguiente prácticamente elimina problemas de
microbios o cualquier otra situación relacionada al síndrome del
edificio enfermo.
Su unidad exterior usa equipos de recuperación de energía total y
rueda de entalpía para refrescar y humedecer el aire exterior durante
el verano. Esto ayuda a reducir la carga térmica y con ello es
posible tener equipos de refrigeración más pequeños, y la rueda de
entalpía funciona también durante el invierno permitiendo el uso de
plantas más pequeñas de calefacción y humidificación, y a su vez
consumo energético.
Esta solución combinada con techos radiantes de enfriamiento
disminuye la amenaza de contaminación, ya que no se recircula aire y
por tanto no se liberan agentes biológicos o químicos en otras partes
de la construcción. En cambio se diluyen o debilita la presencia de
dichos agentes.
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